Debido a las bien conocidas propiedades químicas y físicas del agua y sus efectos fisiológicos sobre el cuerpo humano, esta es usada como medio para la aplicación de diferentes estrategias con propósitos terapéuticos. Los niños y niñas con alteraciones del sistema nervioso central se benefician con esta modalidad terapéutica, en especial por sus efectos en las articulaciones y la tensión muscular, sin olvidar los importantes beneficios psicológicos que produce.



El agua da una mayor libertad de movimiento, haciendo al paciente más dinámico dentro de ella y así realizar con menor esfuerzo ejercicios que activen su musculatura, realizando un movimiento que fuera del agua resultaría mucho más complejo.







