Recuerdo mucho el momento en el cual el médico me informó que mi hijo presentaba un retraso en desarrollo psicomotor que le causa amenaza de instaurarse parálisis cerebral, como secuela de una cirugía en su corazón.
El sentimiento inmediato fue de una profunda tristeza y un panorama de su futuro un poco desolador, sin embargo, el Neuropediatría Francisco Aldana, fue muy enfático en decir que con la disciplina y ayuda de la terapia Vojta este impase solo sería un obstáculo superable en la vida de mi hijo. Sin duda y con la mejor energía y buena vibra decidí informarme del tema y encontré a la profesional, la Dra. María Mónica López.
Tengo que confesar que durante el proceso tuve momentos en los que sentí temor de no poder superar y lograr las metas propuestas, pero con la ayuda de Dios, con constancia y dedicación logramos un buen trabajo y así mi hijo fue mejorando.
Entendí que mi hijo tenía un proceso diferente a cada niño, que sería en el tiempo Dios cuando su cuerpo estuviera listo y sin bloqueos para iniciar a caminar, momento en el cual cumpliríamos todos nuestro objetivo. Y realmente esto fue lo que ocurrió, logramos hacer un excelente trabajo, mi hijo logró caminar, trabajo en equipo que incluye a todos, desde él bebe, los padres y el equipo profesional.
A los 16 meses mi hijo logró su marcha libre, fue un momento muy feliz para todos y comprobé haber tomado la mejor decisión.
Actualmente mi hijo además de caminar muy alegre, es un niño muy despierto, activo y hábil, creo que las terapias también le permitieron a su cerebro ser muy receptivo ante el mundo y así explorar todo lo que desee bajo la guía de sus padres y cuidadores.
Gracias a Neuronabebe por ofrecer su ayuda profesional e incondicional.